Momento quejica

Hace ya días que acabaron los pilares... pero las consecuencias aún perduran, en mi caso como un grande e intenso dolor de espalda. Cuando me levanto estoy de maravilla, bien flamenco, pero conforme va pasando el día... las horas de clase... conducir... me voy poniendo cada vez más y más tenso. De aquí he sacado dos conclusiones de las cuales debería aprender, la primera es que estoy fuerte pero no tanto, tengo que hacer algo de deporte pa ser mas duro y tener más aguante, y la segunda, no hay que hacer el burro, que bien que llevar a una chica en hombros no es un gran esfuerzo... pero tres y encima correr pues parece ser que igual puede causar una pequeña sobrecarga...
Si es que me tengo que buscar una que me cuide... o mejor dicho ¡¡ME LA TENEIS QUE BUSCAR!! y que dé masajes por favor...
Si no estaré abocado a una vida de juergas y más juergas en las que poco a poco iré perdiendo la salud y me marchitaré como una flor con los primeros fríos del otoño. Ya sabeis como me gustan, guerreras, payasas y que no sean unas pavas, lo de morena es secundario.
Por cierto, gracias Martuki por recordarme a los hippies de Peñíscola, los había olvidado, si es que tantos años... También me he dejao la golondrina o la espectación del año que pusieron una plataforma flotante con toboganes y cosas así frente a la playa que duró unos días porque una tormenta la arrastró hasta la orilla. Y el hombre del bar gallego, posteriormente del bar el abuelo y ahora no se ande andará que era clavao clavao a chiquito de la calzada, no podía ir yo por la calle Jose Antonio sin escojonarme. Por cierto ¡¡HACED ALGO PARA QUE PONGAN NOMBRES MAS MODERNOS!!